miércoles, 14 de mayo de 2014

away,


De una famosa serie recién finalizada saqué una pequeña lección sin apenas sentido: "nada bueno ocurre después de las dos de la madrugada" (himym)

Como cualquier cosa al azar puede surgir efecto o no, pero cuando te es aplicable te hace sentir la persona más tonta del planeta y oyes en tu cabeza un constante "te lo dije, parece mentira", runrún.

Y como otras muchas cosas, nunca aprenderé. No es que me guste revolcarme en el fango del charco de todos mis bucle-errores, es que mi cuerpo me pide arriesgarme un poquito, tan sólo un poco, lo suficiente para caer en una red de seguridad y no contra el frío suelo (¿dónde está el peligro entonces? En que no sabes cómo reaccionará tu posible salvación y te congeles. Mi defecto, la ceguera)